La industria del calzado busca mejorar el nivel de producción alcanzado en 2011, de 115 millones de pares fabricados a nivel nacional, con la conquista de nuevos mercados externos en base a la calidad de sus productos y el diseño, y la exploración de segmentos no tradicionales.
“En el sector hay mucha tecnología, estamos al 70 por ciento de productividad y ese margen nos permite buscar el escalón superior que significan algunos nichos importantes del calzado”, dijo a Télam Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC).
Sellaro se refirió a las perspectivas para el sector en el marco de la Exposición de Fabricantes de la Industria del Calzado y Afines (Efica 2012) que culmina este domingo, luego de tres jornadas, en el Centro Costa Salguero.
El evento reunió a más de 180 fabricantes nacionales y unos 10.000 visitantes, en un encuentro que la CIC realiza desde hace 40 años y que, en esta oportunidad, permitió exponer los diseños y las tendencias de la próxima temporada primavera-verano.
Sellaro volvió a destacar que “de 2002 a la fecha la producción de calzado aumentó 153 por ciento y las exportaciones lo hicieron 140 por ciento hasta alcanzar la cifra de 2 millones de pares vendidos al exterior”.
El desarrollo estuvo acompañado por la implementación de licencias no automáticas que contribuyeron a reducir las cifras de importaciones que jaquearon a la industria en la década del 90 junto a otras medidas de monitoreo aduanero conjunto.
Así, el año pasado entusiasmó al sector al alcanzar una producción de 115 millones de pares registrada en 2011, un aumento del 9 por ciento respecto de 2010, mientras que el consumo interno también creció al alcanzar los 3,3 pares per cápita.
El directivo hizo referencia a que “el sector se enfrenta al desafío de mejorar la calidad de la materia prima; agregar valor en toda la cadena, pasando de exportar cueros semielaborados a productos de cuero terminados”.
Además, la industria -que conforma una de los doce foros productivos del Plan Industrial 2020- se planteó la importancia de avanzar en la internalización del sector, buscando nuevos mercados en el exterior y mejorar la calidad en todas las etapas de la cadena.
En este aspecto, Sellaro consideró que “el cuero argentino tiene que dejar de ser sólo un commoditie y pasar a ser un producto de alto valor agregado” como lo logrado en noviembre con la venta a Japón de 11.000 pares de zapatos de tango, o los 10.000 pares de botas de polo a China.
“La apuesta a fortalecer el mercado externo nos permitirá no limitar la producción al mercado interno que sigue creciendo”, explicó el directivo.
La propuesta del Plan 2020 es producir 200 millones de pares de calzado, crear 12.000 nuevos puestos de trabajo y exportar 50 millones de pares.
El sector de cuero, calzado y marroquinería tiene en su primer eslabón de la cadena a las curtiembres concentradas en 17 firmas grandes, de un total de 230 empresas.
En tanto, el resto de la industria se caracteriza por constituirse especialmente por pymes, llegando a un total de 1.300 firmas, de las cuales 900 corresponden a calzado y 400 a manufacturas de cuero.
Télam